Un anillo (de diamantes) que se limpia con regularidad mantiene su hermoso brillo durante toda la vida. No utilices productos químicos corrosivos, sigue estas sencillas pautas. Primero sumerge el anillo de 20 a 40 minutos en un poco de agua tibia con un poco de detergente para lavar platos. Quita la suciedad con un cepillo de dientes suave. Enjuaga el anillo con agua corriente y sécalo con un paño suave.