Según se conoce, los diamantes en forma de corazón nos generan una sensación de amor infinito.
La palabra diamante proviene del griego «adamas», que significa «invencible». Tradicionalmente, la piedra preciosa en bruto simbolizaba la invencibilidad y, al mismo tiempo, el poder, el estatus y el coraje. Hoy en día, el diamante también simboliza el encanto, la belleza y un anhelo espiritual.
Se solía pensar que nuestros sentimientos anidaban en el corazón. De hecho, el corazón late más rápido cuando experimentamos emociones, como cuando experimentamos una cierta tensión y sentimos algo por otra persona. El corazón tiene, por tanto, un significado universal y simbólico: amor puro.