Las pulseras, en general, han existido desde los albores de la civilización, y los antiguos egipcios las crearon a partir de madera, huesos y piedras. Durante este período, se utilizaron con fines religiosos, como el renacimiento y la regeneración. Si avanzamos varios miles de años hasta el siglo XIV aparecen los primeros talladores de diamantes en Alemania. Esto permitió a los joyeros contemporáneos desarrollar diseños más intrincados. En la década de 1920, las pulseras de diamantes se pusieron increíblemente de moda, pero se las conocía como "Pulseras de línea de diamantes". Finalmente, alrededor de la década de 1980, se conocieron como "
Pulsera tenis de diamantes". Los orígenes de este nombre son un poco difusos, pero se cree que surgió cuando la estrella del tenis mundial, Chris Evert, perdió su pulsera de diamantes durante un partido en 1987.