La mayoría de las tradiciones de las bodas británicas se respetan hasta el día de hoy y han pasado a formar parte de muchas culturas, ya que son el símbolo por excelencia del matrimonio. Desde los clásicos anillos de boda hasta la importancia de llevar un vestido blanco, he aquí cuatro de las principales tradiciones que parecen atravesar los años y las fronteras de los países.

 

El vestido blanco

Puede que no lo sepas, pero la tradición de llevar un vestido blanco procede de Gran Bretaña.

En los primeros tiempos, los novios llevaban las mejores prendas que poseían, y éstas podían ser de cualquier color o estilo. Pero esto cambió el día en que la reina Victoria lució un vestido de novia blanco marfil adornado con encaje de “Honiton” para su boda con el príncipe Alberto de Sajonia-Coburgo en 1840. Fue entonces cuando llevar un vestido de novia blanco se puso de moda y se convirtió en "lo que había que hacer" para las novias, de acuerdo con la Reina.

Algo Viejo, nuevo, prestado y azul

Todos hemos oído que el día de tu boda debes llevar algo viejo, nuevo, prestado y azul. A lo largo de las décadas, este dicho se ha escuchado en las bodas de toda Europa.

El dicho real es el siguiente: "Algo viejo, algo nuevo, algo prestado, algo azul y una moneda de plata en el zapato". Lo viejo se refiere al pasado, lo nuevo al futuro, lo prestado a la felicidad que el nuevo marido da a la novia y lo azul al mal. Hoy en día, la parte relativa a los seis peniques ya no se menciona, pero originalmente se refería a la riqueza.

Las alianzas clásicas

Las alianzas clásicas son imprescindibles en todas las bodas británicas, son una tradición que parece haber permanecido a lo largo de la historia, ya que son el símbolo por excelencia del amor, la eternidad y el compromiso mutuo. Aunque hoy en día, muchos novios son cada vez más creativos con sus elecciones de anillo de compromiso, parece que las alianzas de boda tienden a permanecer clásicas y atemporales, ya que lo que más importa es lo que representan.

El primer baile

Por último, pero no menos importante, está la tradición del primer baile. Esta tradición tiene su origen en los grandes bailes reales que se celebraban hace siglos. Entonces, el invitado de honor masculino invitaba a bailar a la dama de la casa. Una vez que habían bailado un par de minutos, se abría la pista a todos los invitados y el baile comenzaba oficialmente. Esta tradición se ha convertido en una tradición nupcial, en la que el padre de la novia bailaba con ella y el novio con su madre. Hoy en día, es frecuente que los novios bailen por primera vez y luego abran la pista a los invitados.

 

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