Independientemente del presupuesto y del tamaño absoluto del diamante, sobre todo conviene
fijarse en la calidad, que en los diamantes se define por
4 características: quilate, color, claridad y talla (corte), las llamadas
4Cs, por sus siglas en inglés. Estos criterios no solo determinan el precio de un diamante, sino también su
belleza.
Un hermoso diamante
no tiene por qué ser perfecto y lograr lo óptimo en las 4 categorías. Debe estar equilibrado, ya que las características de calidad individuales no se pueden
equilibrar entre sí. Las inclusiones que son visibles a simple vista no desaparecen con un tallado ideal, y un diamante impecable no compensa los defectos de la talla.
Las 4Cs, así como la autenticidad de un diamante, están confirmadas en su
certificado, que también prueba que la piedra es de origen natural. No compres diamantes tratados cuya calidad se haya mejorado posteriormente. El certificado debe provenir de un laboratorio de diamantes independiente y respetado, como
GIA, HRD o IGI. Estos laboratorios califican los diamantes de manera rigurosa, por lo que puedes estar seguro de que la calidad objetiva corresponde a lo que se indica en el certificado.
Como material para un anillo de compromiso de 4 quilates, elige solo
platino 950 u
oro 750 (a menudo denominado oro de 18 quilates). Estos metales preciosos de alta calidad y al mismo tiempo robustos, aseguran que disfrutaréis del anillo de compromiso por toda una vida.