Aunque las familias siguen intercambiando estos grandes regalos, la cultura occidental se ha ido filtrando en las bodas chinas cada vez más a lo largo del siglo XX. El resultado es que las bodas tradicionales chinas se mezclan con las costumbres occidentales. El rojo se considera un color auspicioso en China desde hace milenios, por lo que se representa de forma omnipresente en los días que rodean la boda y en la propia boda. Las parejas chinas reciben regalos en sobres rojos, cubren sus casas con telas rojas con bordados simbólicos, entre otras cosas. Debido a este significado simbólico, muchas novias llevan varios vestidos de novia a lo largo del día.
La ceremonia oficial suele ir acompañada de un vestido tradicional chino rojo bordado en oro, que representa sobre todo dragones y fénix. Para la recepción, las novias suelen cambiarse a elaborados vestidos de baile blancos, típicamente occidentales. El tercer y último vestido suele ser un vestido de cóctel o de noche a su gusto.