• ¿De dónde procede esta necesidad?
  • ¿Qué más podemos deducir de la jerarquía de Maslow?
  • ¿Qué influencia tiene la sociedad en nuestras necesidades?

 

Las joyas forman parte de las personas. Eso nunca ha sido diferente. Siempre hemos tenido la necesidad de embellecernos, aunque antes se hiciera con huesos de animales, conchas, flores o plumas. Ni que decir tiene que las joyas suelen tener también un significado simbólico o religioso. Por lo tanto, una joya adecuada acompaña tradicionalmente cada hito. Pero, ¿por qué damos tanta importancia a las joyas? ¿Por qué las llevamos?

¿De dónde viene esta necesidad?

La compra de joyas para adornarnos puede explicarse psicológicamente con la jerarquía de Maslow. El psicólogo Abraham Maslow publicó en 1943 esta teoría de la motivación, en la que jerarquizaba las necesidades universales del hombre. Si miramos la compra y el uso de joyas a través de sus ojos, vemos que en realidad se clasifica dentro de nuestras necesidades superiores. Al fin y al cabo, en el centro de la jerarquía está la "necesidad de contacto social".

Esta necesidad de amor y amistad se expresa, por ejemplo, en el uso de pulseras de amistad y en el intercambio de regalos de San Valentín. Pero también en el uso de joyas, para enfatizar nuestra conexión con un determinado grupo.

 

¿Qué más podemos deducir de la jerarquía de Maslow?

Si subimos un poco más en esta jerarquía, llegaremos al "reconocimiento y aprecio". Una necesidad que, en realidad, sigue siendo muy actual 75 años después de la publicación de Maslow. ¿No son las redes sociales y la invención del selfie una prueba viviente de ello? Independientemente de si se trata de la compra de una joya, de encontrar un nuevo par de zapatos o de probar una nueva receta: nos gusta compartirlo en las redes sociales y esperar muchos "likes".

Podemos ver la "autorrealización" en la cima de la jerarquía. Ni que decir tiene que también queremos resaltar nuestra personalidad y estilo con la compra de joyas. Una mujer con estilo sabrá combinar y llevar perfectamente sus joyas.

 

¿Qué influencia tiene la sociedad en nuestras necesidades?

Naturalmente, el tiempo y la sociedad también influyen en la forma en que traducimos estas necesidades. La compra de joyas solía estar reservada exclusivamente a las clases más ricas. Éstas se ponían joyas para mostrar su origen y su riqueza, lo que también se sitúa en las categorías superiores de la jerarquía. El uso de joyas también fue durante mucho tiempo un fenómeno puramente femenino. Algo que ha cambiado enormemente en las últimas décadas.

Y, desde luego, no estamos hablando exclusivamente de relojes y gemelos para hombres. Un anillo de diamantes también irradia pura masculinidad para él.

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