Con un anillo que es demasiado grande y que queda suelto, existe el riesgo de que se escape del dedo y se pierda. Un anillo que está demasiado suelto también puede engancharse en cosas, lo que puede causar lesiones graves. Así que compra un anillo que quede justo por encima del nudillo, de modo que tengas que girarlo un poco para quitarlo del dedo.