La talla marquesa, con su característica forma alargada y sus extremos puntiagudos, ha cautivado los corazones durante siglos. Diseñada originalmente en el siglo XVIII para el rey Luis XV, esta elegante talla ha resistido el paso del tiempo, trascendiendo tendencias y modas para seguir siendo una elección popular entre los amantes de las joyas más exigentes.
¿Por qué elegir un anillo marquesa?
Un anillo marquesa es algo más que una preciosa pieza de joyería; es una declaración de gusto refinado y sofisticación. La forma única de la talla marquesa no sólo maximiza el peso en quilates de la gema, haciéndola parecer más grande que otras tallas del mismo peso, sino que también favorece el dedo del portador, creando una ilusión de longitud y esbelta elegancia. Con su rica historia y atractivo perdurable, un anillo de diamantes marquesa es la elección perfecta para aquellas que buscan una pieza atemporal que nunca pasará de moda.
- Forma única: la forma marquesa es distintiva y llamativa. Es una gran elección para alguien que quiere un anillo que destaque entre la multitud.
- Ilusión de tamaño: la forma alargada del diamante marquesa puede crear la ilusión de una piedra más grande, por lo que es una gran opción para alguien que quiere una gran piedra sin una etiqueta de precio igual de grande.
- Atractivo vintage: esta forma ha existido durante siglos y tiene un aire vintage. Es una gran opción para alguien que ama la joyería antigua o vintage.
- Versatilidad: combinan sin esfuerzo con una gran variedad de piedras preciosas, como diamantes o zafiros, para crear una estética personalizada y única. Su excepcional versatilidad va más allá de la simple combinación con otros anillos; armonizan a la perfección con diferentes piezas de joyería, lo que le permite crear un conjunto impresionante que emana sofisticación y elegancia.